Las tarjetas de crédito parecen ser el poderoso estandarte del capitalismo moderno, son una forma de comprar cosas hoy sin tener que hacerte responsable inmediatamente de tus gastos, por lo que son tanto peligrosas como convenientes. Pero casi todas comparten algo en común, son bien caras, te sale una buena laniza el estarlas usando, el precio triste de vivir el capitalismo en su máxima expresión. ¿O quizá estoy generalizando? Pues sí, chamacos y chamacas, pero con algo tenía que abrir este artículo, ¿no? ¡Ya! No me la hagan de jamón, porque hoy les traigo una tarjeta bastante interesante.
Se trata de la Anti Tarjeta, o así le denomina BanRegio a esta tarjeta de crédito orientada a hacerte ahorrar plata, y no solo a gastar – aunque si gastas tres mil pesos en zapatos nuevos, ellos no se enojan, mientras pagues, claro – con un sistema muy fuerte de beneficios y uno de los CAT (costo anual total, para los que nos leen por primera vez) más bajos del mercado. ¿Cómo lo consiguen? Pues siendo muy chidos… y teniendo alianzas por todos lados, pero más que todo siendo chidos.