En el mundo de hoy, atestado de medios digitales, pareciera que las chequeras son reliquias de la época de la abuela y ya nadie debería de usar una, porque eso de ser cool involucra usar menos papel y más apps en tu Smartphone. Pero la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de usuarios de Servicios Financieros, o Condusef para los cuates, revela que solamente en 2016 el 38% de las transacciones bancarias de todo México fueron hechas con cheques.
Además, la Asociación Mexicana de Bancos, AMB, nos cuenta que el 37.8% de las cuentas de ahorro en México son cuentas con chequera. Por lo que se ve esta herramienta bancaria aun sigue muy fuerte en nuestro medio, a pesar de los medios electrónicos, y es que muchísima gente prefiere hacer un cheque que hacerse un lío llevando rastro de cuánto gastan cada mes. Con todo esto, ¿te conviene una chequera? ¿Cuál es la mejor?
Al gusto del cliente
Pues suena bien trillado, pero así es. No es para amolarte y dejarte a tu suerte con tu decisión sobre una chequera, pero realmente depende mucho de que tanto quieras un control muy estricto sobre tus gastos. Usualmente manejarte con una chequera involucra tener mucho cuidado al momento de realizar gastos, ya que nadie quiere un cheque sin fondos con su nombre en la vitrina del puesto de tortas.
Por otro lado, llevar un control de cuánto has gastado en cada cheque es fácil, ya que los talonarios de cheques están diseñados específicamente para eso: para que lleves un control muy exacto de cuanto tienes y cuanto haz gastado, pues por lo mismo de que a nadie le gusta tener un cheque sin fondos con su nombre en el puesto de tortas de la esquina.
Desventajas
Las chequeras tienen un par de desventajas bien evidentes. La primera es el famoso “no se aceptan cheques”. Todavía me falta ver un letrero que diga “No se aceptan tarjetas de crédito”, o peor aun “No se acepta efectivo”, pero el de no aceptar cheques abunda, siempre predomina el miedo a recibir un cheque sin fondos, que seguro no le va a causar sino problemas a quien lo emite y a quien lo va a cobrar, nada peor que no poder recibir plata con la que ya contabas.
Los cheques tampoco son muy buenos como herramientas de ahorro, ya que según la AMB apenas generan un 1.28% de beneficios, cuando la inflación ronda el 4.30% este año nada más. Finalmente existe el riesgo de que alguien te falsifique tus cheques o que altere uno que le diste y te estafe bien gacho. Hay ciertas protecciones, como que un cheque al portador – o sea lo cobra cualquiera que lo tenga en su poder – no puede ser cobrado por más de 19,999 pesos.
Finalmente hay que tener en cuenta los montos de apertura y, pues obviamente, las chequeras no son gratis, y se paga algún mantenimiento por tenerla. Si en caso te decides, Banamex y BanBajío tienen muy buenas opciones para cuentas de chequera, ambos cuentan con seguro contra robo y falsificación, y la primera chequera te sale gratis – las demás te las dan al módico precio de 40 pesos cada una. El monto de apertura en Banamex es de $500, mientras que en BanBajío son 650 pesos los que tienes que meter.
Solo recuerda, tener una chequera es una responsabilidad muy grande y requiere de mucho control, pero si crees que es lo que te hace falta para empezar a ahorrar y no a gastar hasta lo que no tienes, entonces una chequera es para ti. Comenta y comparte.