¿Sabes cuál es la magia de que tener una tienda y un banco? Pues que tu banco puede financiar las deudas de los clientes de tu tienda, y en un dos por tres creaste tu propio mercado. Creaste la demanda y la oferta, todo en uno. FAMSA lo sabe muy bien, tienen sus tiendas, muy conocidas por todos nosotros, y además el Banco de Ahorro FAMSA, pero este banco no está centrado sólo en ahorrar, otorgan una muy buena línea de crédito para que gastes en tiendas FAMSA lo que se te ocurra.
Todo ocurre a través de la Tarjeta de Crédito FAMSA. Con esta tarjeta puedes entrar a a la tienda y llevarte lo que se te ocurra. Tratan de hacer que la tarjeta sea lo más fácil de obtener, para que empieces a gastar con ellos cuanto antes. No está demás decir que están dispuestos a que te endeudes un buen con ellos y por eso hay que tener cautela. A pesar de eso, no es del todo mal que un banco esté dispuesto a extenderte crédito solo porque compres en la tienda de a la par. Es una buena oportunidad para que construyas un buen record crediticio, pero siempre ten precaución.
Con todo
FAMSA te da una tarjeta de crédito con que lleves un recibo de nómina – u otro comprobante de pago – con no más de 90 días de edad, tu recibo de agua, luz, teléfono o cualquier otro comprobante de tu domicilio, también que no pase de 90 días y una identificación. Puedes estar estrenando tarjeta en menos de 72 horas, y ya estás listo para meterte en cualquiera de sus tiendas y empieces a gastar como si no hubiera día de mañana. Pero en realidad si hay día de mañana, así que todo con medida.
El rollo se pone turbio cuando ves que el banco está dispuesto a refinanciarte hasta dos veces, por hasta el 250% del límite de tu crédito, es decir que si tu límite era de $10,000 te pueden dar hasta $25,000. Es una laniza la que te pueden tirar encima, y si no te mides puede que acabes con más deudas de las que puedes pagar, así que lo más conveniente es evitar ese refinanciamiento.
Sin interés… pero con interés
Las cosas que compres en tiendas FAMSA no tienen interés, mientras no te atrases no te cobran nada, y el primer año no tienes que pagar cuotas de membresía y anualidades. Hasta aquí tenemos un Costo Anual Total, o CAT para los amigos, de 0%, ¡Genial! Pero si te atrasas… ¡OJO! Si te atrasas tienes un CAT de hasta 250% de tu costo total, con un interés de hasta 32.5% anual. Es una laniza, y todo eso también se te viene encima si se te ocurre usar la tarjeta en otro lado que no sea FAMSA, así que mucho cuidado.
Si puedes sacar plata en ventanilla o en el cajero y el CAT por hacer eso no es tan exorbitante, por aquello de que andes corto de plata y se haya olvidado comprar la leche. Además, si les llevas tu comprobante de nómina, como para demostrar que sigues con un empleo, FAMSA te recompensa con algunos descuentos y beneficios.
A pesar de que es bien fácil obtener la tarjeta, y que perderte en un frenesí de compras en FAMSA es bastante divertido, no te la recomiendo demasiado, a no ser que vayas a limitar tus compras a FAMSA y nada más. Fuera de eso, la tarjeta es bastante riesgosa y te puede salir bien cara. Comenta y comparte.